Un tribunal de Nueva York condenó a la petroquímica brasileña Braskem, controlada por la constructora Odebrecht, a pagar una multa de 632,6 millones de dólares por el caso de soborno que se estaba llevando en la Justicia de EE.UU.
Braskem se había declarado culpable de los cargos el 21 de diciembre pasado en la causa que llevaba el juez neoyorquino Raymond Dearie. La multa aplicada por el juez es la misma que acordaron la Fiscalía y la defensa de la compañía.
Braskem, con plantas en Brasil, México, Estados Unidos y Alemania, es líder mundial en la fabricación de biopolímeros y la mayor productora de resinas termoplásticas de América, así como la sexta mayor fabricante mundial de resinas.
Ya a mediados de diciembre pasado, Braskem había anunciado tanto en Brasil como en Estados Unidos su intención de colaborar con las autoridades de los dos países por los sobornos hechos para adjudicarse contratos en Brasil.
El caso se llevó en Nueva York porque la empresa negocia en la Bolsa de Nueva York.
Braskem había anunciado su disposición de colaborar con las autoridades después de que su controladora, Odebrecht, una de las principales implicadas en el escándalo de corrupción de Petrobras, divulgara un trato similar por el que aceptó pagar unos 2.000 millones de dólares en multas.
De acuerdo con el último memorando de los fiscales neoyorquinos, Braskem conspiró entre 2002 y 2014 para pagar sobornos a funcionarios y dirigentes políticos de Brasil con el fin de conseguir y retener contratos en ese país.
En total, según este documento, Braskem desvió unos 250 millones de dólares a empresas fantasmas situadas en paraísos fiscales para que fueran destinados a una división de Odebrecht con el fin de pagar estos sobornos.
Estos pagos ilegales permitieron a Odebrecht, entre otras cosas, mantener un contrato de «joint venture» con Petrobras, además de beneficios adicionales para Braskem.
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