Los dos clubes de Manchester -City y United- y el Chelsea fueron los principales agitadores del movido mercado de traspasos ingles, en el que se gastaron 1.150 millones de libras (1.353,4 millones de euros).
Un día antes del célebre ‘Deadline Transfer Day’, el último día del mercado, la Premier League ya había superado por primera vez en su historia la psicológica barrera de los 1.000 millones de libras invertidos.
Sin embargo, el miércoles, los clubes más rezagados se apresuraron e hicieron los deberes y, a las 23:00 horas (22:00 GMT), cuando se cerró el mercado, el gasto total se había incrementado en 150 millones de libras.
Los reyes indiscutibles y mayores agitadores este verano fueron los dos equipos de Manchester, City y United, que coparon la atención con sus sonados movimientos.
El City de Pep Guardiola fue el equipo que más dinero gastó: nada menos que 181 millones de libras (213 millones de euros) en nueve futbolistas.
Los ‘Citizens’, que bajo la dirección del técnico del Santpedor aspiran a reinar en Inglaterra y a hacerse un nombre en Europa, incorporaron a dos de los tres fichajes más caros del verano en la Premier: el inglés John Stones (Everton) y el alemán Leroy Sané (Schalke 04).
Otras incorporaciones de relumbrón del City fueron Ilkay Gündogan (Dortmund), Gabriel Jesús (Palmeiras), Claudio Bravo (Barcelona), Nolito (Celta de Vigo), Marlos Moreno (Atlético Nacional, cedido al Deportivo) y Oleksandr Zinchenko (Ufa, cedido al PSV)
Los vecinos del United no se quedaron atrás, y con José Mourinho en el banquillo buscan reverdecer viejos laureles. Para ello, el técnico portugués se ha hecho con cuatro futbolistas, uno de ellos se convirtió el pasado mes de agosto en el nuevo jugador más caro de la historia.
Paul Pogba abandonó la Juventus y regresó, cuatro años después, a la que había sido su casa después de que el club de Old Trafford desembolsara 89 millones de libras por sus servicios.
El niño de oro del balompié mundial es, junto a los Zlatan Ibrahimovic (PSG), Henrikh Mkhitaryan (Dortmund) y Eric Bailly (Villarreal), el futbolista llamado a liderar el United de Mourinho.
Otro conjunto al que no le ha temblado la chequera en el mercado veraniego ha sido el Chelsea, que ha invertido 120 millones de libras (141,3 millones de euros) en darle a Antonio Conte una plantilla de garantías.
Después del rotundo fracaso de la pasada temporada -los ‘Blues’ no disputarán competición europea esta campaña-, el club se empeñó en reforzar la plantilla. Y para ello se han hecho con un futbolista para cada posición.
Tras las llegadas de N’Golo Kanté (Leicester), Michy Batshuayi (Marsella) y Eduardo (Dínamo Zagreb), los del suroeste de Londres cerraron su plantilla en un último día de mercado de infarto con los fichajes de Marcos Alonso (Fiorentina) y David Luiz (PSG), quien vuelve a Stamford Bridge después de dos años.
El nuevo y sustancioso contrato de derechos de televisión ha permitido a los clubes ingleses ser los más activos del balompié europeo y superar con creces los 901 millones de libras (1.057 millones de euros) que se gastaron en el verano de 2015.
El contrato de derechos de TV de la categoría reina del fútbol inglés ha pasado de los 3.018 millones de libras (3.542 millones de euros) del curso pasado a los 5.136 millones de libras (6.027 millones de euros) durante la presente campaña y las dos próximas.
Este reparto equitativo ha permitido a clubes tradicionalmente más modestos, como Crystal Palace, Leicester o West Ham, poder competir con los teóricos grandes por futbolistas de relumbrón.
El campeón de la Premier ganará mas de 150 millones de libras (176 millones de euros), mientras que el último clasificado recibirá 99 millones (116,1 millones de euros).
Nada menos que 13 conjuntos de máxima división han roto durante este mercado de traspasos veraniego su récord histórico pagado por un jugador.
El Crystal Palace, que la pasada campaña peleó por eludir el descenso, se hizo con el codiciado delantero belga Christian Benteke, ex del Liverpool, por nada menos que 32 millones de libras, y el West Ham, que afronta una temporada histórica con la mudanza al Estadio Olímpico de Londres, pagó 20,5 millones por el ghanés André Ayew.
Otros, como el vigente campeón de liga, el Leicester, rompieron su récord en dos ocasiones: primero con el extremo nigeriano Ahmed Musa, adquirido por 16 millones de libras del CSKA de Moscú, y más tarde, en el último día de mercado, con el punta argelino Islam Slimani, que llegó por 29 millones del Sporting de Lisboa.
También conjuntos llamados a pelear por la permanencia en la élite del balompié inglés hicieron en el mercado veraniego su fichaje récord, como Bournemouth (15 millones por Jordon Ibe), Sunderland (13,6 por Didier Ndong), Watford (13 por el argentino Roberto Pereyra), West Brom (13 por Nacer Chadli) o los recién ascendidos Hull (13 por Ryan Mason) y Burnley (10,5 por Jeff Hendrick).
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